¿Qué es la Diabetes?
La diabetes es una enfermedad metabólica muy frecuente, debida a una elevación excesiva de la glucosa o azúcar en la sangre. Los hidratos de carbono de la dieta se metabolizan a glucosa, que la célula necesita para su funcionamiento. La insulina es una hormona, necesaria para que la glucosa entre en la célula; si la insulina no actúa se produce la diabetes.
Hay dos tipos principales de diabetes:
- Diabetes tipo I. Es debida a la destrucción de las células del páncreas que segregan la insulina. Suele debutar en personas jóvenes y se precisa insulina desde el inicio.
- Diabetes tipo II. Se produce por varios factores, como la resistencia a la acción de la insulina en los receptores celulares y una disminución progresiva de su secreción al torrente sanguíneo. Es frecuente en personas con obesidad y patología cardiovascular y a edad más avanzadas. El tratamiento se inicia con antidiabéticos orales, pero también pueden necesitar insulina.
¿Cómo se pauta la insulina?
Hay muchas pautas de insulina y dispositivos que son vitales para los pacientes diabéticos.
A riesgo de simplificar mucho existen dos grandes grupos de insulina:
- Insulina lenta: tiene una duración de casi 24 horas. Se pone una dosis única. Su acción es basal y permite mantener la glucosa en rango; mientras no aportemos un exceso de glucosa con las comidas.
- Insulina rápida: su acción es de 2-4 horas. Se pauta antes de cada comida: desayuno, comida y cena. Permite anticiparnos a los hidratos de carbono que vamos a ingerir para controlar esos picos de glucosa en sangre.
Muchas insulinas son bolígrafos que se pinchan subcutáneos, regulando las unidades. A mayor cifra de glucosa, se ponen más unidades. Existen otros dispositivos más modernos implantados subcutáneos todo el día y que van poniendo siempre la insulina lenta y el paciente elige las unidades rápidas que se necesitará antes de cada comida; evitando así pinchazos.
¿Qué es la carga glucémica y el índice glucémico?
Para ayudar a clasificar los alimentos según la velocidad con la que elevan la glucosa en sangre se creó, hace ya más de 30 años, el concepto de índice glucémico. Se trata de una prueba de laboratorio, realizada en voluntarios que no tienen diabetes. En esta prueba, se obtienen los valores de glucemia cada 15 minutos después de la ingesta de un determinado alimento y se comparan con los obtenidos realizando la misma prueba con la misma cantidad en forma de glucosa.
Fundación para la diabetes Novo Nordisk
En los diabéticos es fundamental saber qué alimentos pueden provocar picos de subida de glucosa para poder controlarlo. Existen dos conceptos muy importantes:
- El índice glucémico: mide la rapidez que, un alimento que contenga unos 50 gramos de hidratos de carbono, aumenta la glucosa en sangre. Permite clasificar a los alimentos en 3 categorías:
- Alto si es mayor 70
- Medio entre 56 y 69
- Bajo si es menor de 55
- La carga glucémica: es más útil porque tiene en cuenta la cantidad de carbohidratos que contiene un alimento para valorar el aumento en sangre. La carga glucémica se mide con 100 gramos de alimento (y no con 50 gramos de hidratos, como el índice glucémico). Clasificaríamos a los alimentos en 3 categorías:
- Alta si es mayor de 20
- Media entre 11 y 19
- Baja si es menor de 10
- Fórmula de la carga glucémica es igual a su índice glucémico multiplicado por los gramos de carbohidratos y dividido entre 100.
- Por ejemplo la Sandía tiene un índice glucémico alto de 72, que lo harían un alimento desaconsejado en diabéticos. Pero al calcular la carga glucémica = 72 x 5 / 100= 3,6 es baja; siendo un valor más fiable y puede consumirse en diabéticos. Esto se debe a que la Sandía solo contiene 5 gramos de carbohidratos en 100 gramos porque la mayoría es agua.
¿Es importante conocer la carga glucémica de los alimentos?
Los diabéticos deben conocer cómo los diferentes alimentos, sobre todo, los que contengan alto nivel de hidratos de carbono, van a subir su glucosa. Dicho con otras palabras, conocer a groso modo la carga glucémica de los alimentos. Existen diferentes tablas que los clasifican.
A continuación, pasamos a detallar algunos de ellos a modo de ejemplo, por cada 100 gramos de alimento:
- Golosinas: 48 (Carga glucémica alta)
- Pan blanco: 42 (Carga glucémica alta)
- Pan integral: 24 (carga glucémica alta)
- Arroz blanco cocido: 16-23 (carga glucémica media-alta)
- Patatas: 9-18 (carga glucémica media)
- Plátano: 10-11 (carga glucémica media)
- Lentejas: 5 (carga glucémica baja)
- Manzana: 5 (carga glucémica baja)
- Naranja: 5 (carga glucémica baja)
- Piña: 8 (carga glucémica baja)
- Zanahoria: <4 (carga glucémica baja)
- Repollo: <4 (carga glucémica baja)
- Sandía: <4 (carga glucémica baja)
- Verduras y Tomates: 1 (carga glucémica baja)
- Nueces: 1 (carga glucémica baja)
Además, hay que saber que el mismo alimento puede cambiar su carga glucémica, siendo mayor si están muy cocinados (como la pasta al dente o muy hecha). Si un alimento es integral su carga glucémica es menor. O la combinación de varios alimentos en una misma receta.
¿Cómo nos puede ayudar la dieta?:
La dieta en los pacientes diabéticos es muy importante. Como hemos visto conocer la carga glucémica de los alimentos, nos permite saber cuántas unidades de insulina extra vamos a necesitar antes de las comidas. De esta forma y con práctica se calcularían las unidades de insulina rápida.
Existen una serie de tablas que podemos consultar de cada alimento y organizarnos nuestra dieta.
Hay muchos alimentos como dulces de repostería, miel, azúcar simple, zumos… que hay que evitar porque aumentarán la glucemia con un pico muy elevado, siendo difícil controlar con insulina y el riesgo de una hipoglucemia posteriormente.
Conclusiones:
La diabetes y el tratamiento con insulina, es una realidad, cada vez más frecuente en nuestro medio. Como nutricionistas debemos realizar educación nutricional a estos pacientes. Explicarles en qué alimentos se encuentran más hidratos, que entiendan el concepto de índice glucémico y carga glucémica para que pueda resultar práctico. Además, es útil elaborar con ellos dietas adaptadas y enseñarles a manejar la cantidad de unidades de insulina que necesitan antes de cada comida. Este hábito es imprescindible para controlar mejor su diabetes e impedir que la enfermedad se descontrole y puede avanzar, afectando a otros órganos.
No podemos olvidarnos, independientemente de lo aquí expuesto, que nuestra dieta sea equilibrada y saludable.