La verdad sobre las dietas milagro
El mes de enero se ha convertido en el oráculo de las dietas milagro. Tras el verano, momento en el que la población suele relajarse un poco más, y tras las Navidades, que son todo lo contrario a una rutina saludable; vemos como aumentan las búsquedas de soluciones rápidas por internet sin pensar en sus repercusiones.
El concepto de una dieta milagro que te promete bajar de peso en pocos días no es algo nuevo. Lo cierto es que con internet estas recetas mágicas se han multiplicado y además tienen un alcance que hasta hace poco era inimaginable.
Las dietas milagro exageran o distorsionan la realidad científica de un nutriente o alimento, basan sus recomendaciones en un único estudio o en trabajos realizados con pocas personas y contienen afirmaciones que contradicen a reputados colectivos sanitarios.
La Vanguardia
Primero vamos a recapacitar sobre la fiabilidad de lo que encontramos por internet. Por un lado las grandes marcas tienen un equipo de profesionales para que su producto pueda seducirte. De esta manera potenciarán aquellas cosas que quieren que veas y esconderán las que no. Por otro lado, el usuario amateur hace una selección de las mejores imágenes o vídeos previamente retocados para contar una pequeña parte de la realidad de su vida… o directamente hace un montaje.
Todos los casos tienen algo en común: la supuesta felicidad crónica y la ambición de querer ser jóvenes y guapos el mayor tiempo posible. Lo segundo está muy bien, lo malo es hacer lo que sea a cualquier precio por un minuto de gloria. ¿Acaso alguna vez salió bien hacer un pacto con el diablo?
Si nuestra intención es estar jóvenes y sanos, tanto por dentro como por fuera, es fundamental aprender a separar la información que te promete éxito sin ninguna base científica de la que te ofrecemos los profesionales sanitarios.
Roberto Cañada
Problemas de las dietas milagro
Tenemos que entender que los seres humanos somos el conjunto de billones de células que debemos cuidar para mantener la salud. Para que nuestro organismo pueda suministrarles energía necesaria, cuenta con unas rutas metabólicas que tienden a ser estables.
Una bajada brusca de peso, con una dieta milagro, conlleva una disminución importante de la energía. Nuestro organismo lo interpreta como una amenaza y cambiará sus rutas metabólicas para protegerse de esta rápida agresión. Cuando nos cansamos de esta dieta, porque suele ser aburrida y monótona, el cuerpo vuelve a captar y guardar toda la energía que ahora le estamos suministrando. Se anticipa, almacenando recursos energéticos ante la previsión de un nuevo episodio similar. Esta es la razón por la que después de las dietas milagro se produce un rebote y aumento rápido de peso (mayor incluso al inicial). Además, en muchas ocasiones, para cubrir este déficit nuestro organismo toma energía o proteínas de partes tan importantes como los músculos.
Tipos de dietas milagro
Hiperproteica tipo DUKAN
Son dietas donde no se consumen hidratos de carbono, por lo que en pocos días se baje de peso. Pero lo que se pierde es, sobre todo, agua.
Como ya vimos en otro artículo, este tipo de dietas son muy peligrosas para aquellas personas que tienen problemas renales. Además suponen un problema a nivel gastrointestinal porque se come poca cantidad de fibra, favoreciendo el estreñimiento. Si tienes predisposición a sufrir acidez, pueden potenciarla, porque son alimentos ricos en ácido.
Como vemos no se trata de una dieta saludable, ya que no cumple con el concepto básico de alimentación equilibrada que tu organismo necesita. Es un espejismo que puede seducirte por la bajada de peso rápida que se produce inicialmente, a costa de poner en riesgo tu salud.
Hipocalóricas
Son todas aquellas que no llegan a ofrecer las kilocalorías mínimas que diariamente necesitamos. La energía que precisamos para poder llevar a cabo todas las funciones vitales depende de tu peso, altura, edad, sexo y de la actividad física que realices.
No cumplir con estos requerimientos supone dejar a tu organismo en una situación de déficit, en la que para sobrevivir se verá en la obligación de destruir tejidos para obtener dicha energía.
Las consecuencias de hacer estas dietas pueden ser nefastas, como un enlentecimiento hormonal, envejecimiento prematuro o problemas de estrías entre otros.
Por lo tanto, este tipo de dietas que no se adaptan a las necesidades energéticas de cada persona, sin llegar a cubrir los requerimientos diarios, no se consideran saludables.
A base de Batidos
En el mercado hay múltiples marcas que intentan vender sus batidos milagrosos, unos te prometen que desintoxican, obviando que esa función la realizan los riñones y el hígado. Otros como sustitutos de las comidas bajo la idea de que están perfectamente equilibrados. Pero, ¿cómo es posible que hayan individualizado cada uno de estos batidos para que se adapten a una persona con nombres y apellidos?
Y por otra parte, ¿qué necesidad hay de tomar vitaminas y minerales de laboratorio pudiendo obtenerlos directamente de los alimentos? Si pretendes tomar en serio tu nutrición y tu salud es importante llegar a una dieta real y estable a lo largo del tiempo, sin que ello te suponga ningún esfuerzo. Cuando has normalizado planificar la compra de los alimentos, el modo de cocinar y las proporciones de los platos; se puede decir que has integrado en tu vida la verdadera alimentación saludable. Te imaginas preparar una cena con amigos a base de batidos.
De la Piña
Se basa en que tiene propiedades diuréticas y que además presenta de manera natural alguna enzima digestiva como la bromelina. Es una dieta en la que el único alimento que se ingiere es la piña como pasa con la dieta del espárrago o de la alcachofa.
Es fácil que mucha gente no tolere tanta cantidad de piña. Esto puede suponer un problema de irritación en las mucosas debida a unas pequeñas alergias que surgen por comer en exceso esta fruta.
Además al no contener proteínas, puede originar una temprana desnutrición proteica.
De esta manera, al igual que en las anteriores, no se cumple con las tres premisas que hay que tener en cuenta a la hora de poder confiar en una dieta, que son las siguientes:
- La energía que te aporte sea suficiente para ti.
- Los nutrientes deben estar perfectamente equilibrados.
- Se consiga a partir de alimentos saludables.
Podríamos hablar de muchas dietas milagro más y veríamos como al final tampoco cumplen nuestros requisitos. Desde aquí os animamos a coger las riendas de vuestra vida para comenzar a hacer las cosas bien.