¿Cuantas más proteínas mejor dieta?
Actualmente están muy de moda las dietas ricas en proteínas o, también llamadas, dietas hiperproteicas. ¿A qué se debe este “boom”? Hay muchas razones, pero principalmente prometen bajar de peso rápidamente, este es el caso de la Dietas Dukan, Flash, Pronokal o Dietas Cetogénicas. Otro motivo fundamental de su éxito es conseguir un aumento de masa muscular que anhelan muchos deportistas. Por tanto, el deseo de conseguir el cuerpo perfecto hace que estas dietas sigan siendo muy populares.
Según la Organización Mundial de la Salud:
Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Organización Mundial de la Salud
Pero antes de meternos de lleno en una dieta hiperproteíca, ¿te has preguntado qué son las proteínas y por qué consiguen estos efectos? Vamos a verlo
Las proteínas son unas moléculas muy grandes, que se forman por la unión de muchos aminoácidos. Están presentes en muchos alimentos tanto de origen animal como vegetal, aunque en el primer caso destaca una composición de sus aminoácidos más completa, por eso las llamamos proteína de alto valor biológico.
Dónde encontramos las proteínas de nuestra dieta:
- Huevos
- Carne
- Pescado
- Lácteos
Funciones de la proteínas
- La estructura del cuerpo humano: nuestras células están formadas por la unión de múltiples proteínas.
- Funciones hormonales: la insulina y el glucagón son proteínas.
- Reacciones enzimáticas: las enzimas, como las que cortan los alimentos en el proceso de la digestión, son también proteínas.
- Defensa contra las infecciones: como los anticuerpos.
- De transporte: como la hemoglobina que lleva el oxígeno a todas las células.
- Contráctil: las proteínas actina y miosina permiten la contracción de todos nuestros músculos.
Con tantas funciones, ¡cómo no van a ser tan valiosas!. Es cierto, son esenciales, en nuestro día a día. Sin embargo, en las recomendaciones nutricionales diarias, ocupan el porcentaje más bajo, es decir, suponen el 10-15% frente al 50%-60% de hidratos de carbono y 30%-35% de grasas, que debemos consumir en una dieta equilibrada, como por ejemplo la dieta mediterránea.
La Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (ISSN) recomienda una ingesta proteíca diaria en la dieta:
- 0,9-1 g/Kg en sedentarios
- 1-1,2 g/Kg en mujeres deportistas
- 1,2-1,4 g/Kg en hombres deportistas
- 1,7-2 g/kg en atletas de fuerza (halterofilia)
Retomando el tema que nos ocupa, es muy llamativo el alto porcentaje de dietas hiperproteicas, que aumenta al doble o al triple de las recomendadas, a costa de bajar bruscamente la de los hidratos de carbono. En este punto te preguntarás, con cierta curiosidad, ¿Este exceso tiene efectos perjudiciales para el organismo?
Sabemos que cuando se degradan las proteínas, obtenemos urea y purinas (productos de desecho). Ambas tienen que eliminarse por la orina, gracias a los riñones. ¿Qué pasaría si aumentan estos tóxicos por el exceso de proteínas? Las purinas se trasforman en ácido úrico, con predisposición a crisis de gota o piedras de ácido úrico en los riñones. Por otra parte, el aumento de urea condiciona mayor volumen de orina, con más riesgo de deshidratación.
“El exceso de proteínas aumenta la hiperfiltración renal, es decir, fuerzan el funcionamiento de este órgano”.
Roberto Cañada
En los artículos analizados, no se observó un aumento de estas enfermedades en individuos totalmente sanos por dietas hiperproteicas, aunque estos estudios sólo se realizaron a corto plazo. Lo que sí sabemos es que estas dietas son peligrosas cuando nuestros riñones están fallando. El exceso de proteínas aumenta la hiperfiltración renal, es decir, fuerzan el funcionamiento de este órgano. No tendría mayor importancia en personas sanas, pero si existe insuficiencia renal provocará que se acelere la enfermedad. Por tanto, en estos casos, la ingesta proteíca debe reducirse según la fase de tu enfermedad renal crónica.
La insuficiencia renal es una enferma silenciosa, no nos avisa porque los riñones no duelen, cuando empiezan a fallar. Por lo que, nuestro consejo profesional sería que antes de iniciar este tipo de dieta, acudieras a un profesional para conocer el estado de tu salud renal.
Lo ideal es que tu nutricionista te asesore, estudiando tu caso, de si es conveniente o no, hacer una dieta rica en proteínas, controlar todo el proceso, seleccionar los alimentos, el tiempo de seguimiento y cuándo finalizarla. Sin olvidar, como ya hemos dicho, que si eres paciente renal no sólo estaría contraindicada, si no que habría que diseñar conjuntamente una dieta baja en proteínas.