La vesícula biliar se encuentra por debajo del hígado (concretamente debajo de la superficie del lóbulo hepático derecho). Su principal función es concentrar, almacenar y excretar la bilis que es sintetizada por el hígado. La bilis está formada por sales biliares y productos de desecho, también de otros componentes como colesterol, fosfolípidos, ácidos grasos, proteínas…
Durante el proceso de digestión, el alimento llega al duodeno, induciendo liberación de hormonas intestinales. Estas hormonas estimulan la vesícula biliar y el páncreas, dando lugar a la entrada de jugos pancreáticos y biliares al duodeno, favoreciendo así la digestión de las grasas. Las enfermedades de la vesícula biliar, el páncreas y el hígado a menudo están relacionadas entre sí.
Enfermedades de la vesícula biliar
Cada año millones de personas padecen trastornos en los conductos biliares, provocando mucho dolor y a veces la muerte debido a que pueden desencadenar en pancreatitis y sepsis. Los conductos biliares pueden verse afectados por diferentes enfermedades, mostrando síntomas similares al principio. El tratamiento puede estar compuesto por intervención quirúrgica, fármacos y alimentación.
Colelitiasis
Es la formación de cálculos biliares. Prácticamente todos los cálculos biliares se forman en la vesícula. La colelitiasis afecta cada año a millones de personas. En la mayoría de los pacientes, los cálculos biliares son asintomáticos. Los cálculos biliares que pasan desde la vesícula biliar al conducto biliar pueden permanecer allí indefinidamente sin síntomas asociados o pueden acceder al duodeno.
Una alta ingesta de grasa durante un periodo largo puede predisponer a la formación de cálculos biliares. Esto es debido al estímulo constante de la producción de colesterol destinado a la síntesis de bilis necesaria para la digestión de las grasas.
Colelitiasis y alimentación
La formación de cálculos biliares es más frecuente en dietas con poca fibra y ricas en grasas. También influye el consumo de azúcares simples y almidones refinados.
Existen diferentes factores que pueden favorecer la formación de cálculos biliares, como las dietas restrictivas crónicas, donde se pierde y se recupera el peso repetidamente, y las dietas muy restrictivas en calorías.
El tratamiento nutricional debe adaptarse a cada persona, pero se ha demostrado que las dietas vegetarianas, con elevado contenido en fibra y baja en grasas ayudan a evitar el riesgo de colelitiasis.
Tras la extirpación quirúrgica de la vesícula, se debe tener en cuenta la tolerancia de la persona para adaptarle un tipo de dieta u otra.
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